Shar Pei
El Shar Pei, originario de China, es una raza de perro reconocida por su piel arrugada y holgada, su lengua azul-negruzca y su carácter leal y protector. Físicamente, destaca por su cuerpo robusto y compacto, con una cabeza grande y hocico corto y ancho. Sus ojos son pequeños y hundidos, y sus orejas pequeñas y triangulares. Su piel arrugada es su característica más distintiva, y puede ser de color negro, marrón, beige o rojo.
Shar Pei
Aunque activa y alerta, esta raza es de naturaleza tranquila, independiente y muy afectuosa. El Shar Pei es muy cariñoso con la gente y le encanta vivir como parte integrante de la familia, pero hay que tener siempre presente que esta raza puede no ser tan amistosa con los extraños. En general, no es un perro agresivo, pero es importante considerar siempre que es capaz de causar daño, de modo que debe ser adiestrado desde edad muy temprana para que conozca la diferencia entre una conducta correcta y una incorrecta.
Caracteristicas
Altura a la cruz: Hembra: 46–51 cm, Macho: 46–51 cm
Peso: Hembra: 18–25 kg, Macho: 25–30 kg
Promedio de vida: De 9 a 11 años
Carácter: Leal, afectuoso, juguetón pero tranquilo
Aptitudes: Antaño perro de combate pero a fecha de hoy perro de compañía
Grupo FCI: Grupo II – Perros tipo pinscher y schnauzer – Molosoides – Perros tipo montaña y boyeros suizos, Sección 2: Molosoides
Necesidades del espacio: Se adapta a cualquier tipo y estilo de vida
Relación con los niños: Con los niños buena y con otros perros bastante buena
Origen: China
Galería de fotos
Personalidad
El Shar Pei es un perro leal, protector y afectuoso. Es una raza ideal para familias con niños, ya que es paciente y tolerante. Su fuerte instinto protector lo convierte en un buen guardián del hogar. Son perros inteligentes y fáciles de entrenar, aunque pueden ser un poco independientes y obstinados. Este peludo necesita ejercicio regular para mantenerse sano y feliz. Se recomienda realizar paseos diarios y juegos al aire libre para estimular su mente y cuerpo. Su piel arrugada requiere un cuidado especial, ya que es propensa a infecciones. Es necesario limpiarla y secarla con frecuencia, y prestar atención a cualquier signo de irritación o enrojecimiento.