A veces nos preguntamos cómo hace para conseguir esas cosas tan increíbles la respuesta es sencilla; entiende de verdad a los canes y habla de forma que ellos puedan comprenderlo.
Hemos visto como César Millán ha logrado “domar” a los perros más salvajes, más rebeldes. Haciendo que cambien completamente esa actitud agresiva o caprichosa por algo positivo. Lo que imagino que todos nos preguntamos y que estamos locos por saber es ¿cómo lo hace?. Muy bien, te lo contaré.
Los perros, según estudios realizados por el antropólogo Brian Hare, buscan gestos o movimientos en el ser humano para entender el mundo y saber qué hacer frente a las diferentes circusntancias. En su estudio el antropólogo probó esto colocando un premio debajo de una taza y dejando al lado otra vacía, ambas boca abajo. El perro miraba de qué manera se comportaba él para saber qué taza escoger, intuyendo previamente que habría un premio para él.
El mismo experimento se hizo con un chimpancés y no dio los mismos resultados. Esto probaba que el perro busca en el ser humano ayuda para entender su entorno y reaccionar, teniendo en cuenta cómo el ser humano lo hace.
La diferencia está en que los perros parecen desear entender al ser humano y sus gestos y por eso se sienten tan atraídos frente a los movimientos o acciones que estos realizan. Están genuinamente interesados en las personas. Tanto que en muchos casos llegan a obsesionarse, al igual que lo hacen con una pelota de tenis, aunque somos un poquito más voluminosos y nos movemos de manera más aleatoria que ellas.
César sabe cómo relacionarse con los perros correctamente
El encantador de perros, Millán, ha aprendido a comunicarse con los perros gracias a haberse criado rodeado de ellos. Pese a no tener una preparación académica sabe hacer su trabajo tan bien gracias a que en el rancho donde nació, en Sinaloa, México, había muchos canes y de hecho a él solían apodarlo “el perrero”. Es una persona con una disposición casi natural para relacionarse con estos animales, tanto que su propia esposa hizo declaraciones diciendo que en lo que respecta a su relación con los demás de su especie, no podría compararse en nada a la que desarrolla con los canes ya que se muestra como un hombre frío, condescendiente y hasta extremedamente machista.
Millán sabe de qué manera impartir la educación en los perros porque ha comprendido cómo ellos interpretan los movimientos humanos, tales como: del cuerpo hacia adelante, como un “movimiento de intención”, es una bandera que les exige suma atención y estar preparados para la defensa; hacia atrás, de relajación. El ser humano ya no es una amenaza para el can y puede permitirse el lujo de acercarse a él y mostrarse amigable.
En fin son muchas las cosas a tener en cuenta, la mirada, la postura de los hombros, las manos..Según la especialista en perros Patricia McConnel, esto puede explicarse sencillamente:
“Creo que nos miran a los ojos, y adónde miran nuestros ojos y lo que traslucen nuestros ojos. Un ojo redondeado con la pupila dilatada es señal de alta excitación agresiva en un perro. Creo que prestan enorme atención a la expresión de nuestra cara, si los músculos faciales están relajados o no, porque ésta es una seña muy importante que tienen ellos unos con otros.”
Es fantástico ver cómo César educa a los canes pero sería una bueno, en vez de creer que tiene facultades innatas que ningún ser humano podría imitar, darse cuenta que en realidad, lo que hace no es otra cosa que comprender a los perros de verdad. Sin imponer leyes o “idiomas” inútiles; intentando hablar el que ellos entienden. Quizás podrías probar un poco de “buenos modales” con tu mascota a ver qué tal.
