

Lo que vulgarmente conocemos como “el celo” en nuestras perras, no es más que una etapa de un ciclo ovárico más complejo y largo, que esperamos entendáis tras leer este artículo.La perra alcanza la madurez sexual, es decir, tiene normalmente sus primeros síntomas visibles de celo, a partir de los 6 meses en razas pequeñas, pudiendo no aparecer hasta los 12 meses o más en razas grandes.Suele tener dos ciclos al año, que du
Lo que vulgarmente conocemos como “el celo” en nuestras perras, no es más que una etapa de un ciclo ovárico más complejo y largo, que esperamos entendáis tras leer este artículo.
La perra alcanza la madurez sexual, es decir, tiene normalmente sus primeros síntomas visibles de celo, a partir de los 6 meses en razas pequeñas, pudiendo no aparecer hasta los 12 meses o más en razas grandes.
Suele tener dos ciclos al año, que duran unos 6-7 meses, divididos en las siguientes fases:
- PROESTRO: Dura una media de 7 a 10 días. Externamente aparece aumento del tamaño de la vulva, secreción vaginal sanguinolenta y la hembra orina frecuentemente para atraer a los machos, aunque aún no es receptiva y no se deja montar.
- ESTRO O CELO: Dura de 5 a 10 días también. En este periodo se produce la ovulación, habiendo posibilidad de que quede gestante si es cubierta por un macho. La vulva aparece más hinchada aún que en la fase anterior de proestro, disminuye la secreción vulvar sanguinolenta hasta desaparecer del todo, continúa habiendo atracción hacia los machos y la hembra adopta una postura característica de aceptación a la cópula, ladeando la cola para mostrar la vulva al macho.
- METAESTRO: Dura de 110 a 140 días. La vulva regresa a su tamaño y aspecto normal y deja de producir secreciones. Si la perra ha sido cubierta eficazmente, se producirá la gestación, cuya duración varía de los 60 a los 65 días. Si no ha sido cubierta, al cabo de este tiempo, podría mostrar síntomas de pseudogestación o embarazo psicológico.
- ANESTRO: Duración variable, hasta completar los 6-7 meses de duración del ciclo completo. No hay síntomas particulares ni alteraciones en el comportamiento. Si has decidido castrar a tu perra para controlar la fertilidad, este el mejor momento para hacerlo.
Conocer las fases de las que consta el ciclo estral en nuestra perra es útil para predecir el momento del celo y así poder evitar montas indeseadas o, por el contrario, planificar una monta con el fin de que tenga cachorros.