

La agresividad por miedo tiene en general buenas posibilidades de éxito cuando el problema es reciente, aparece en gatos adultos y los estímulos que provocan la reacción son controlables.
La agresividad por miedo es el comportamiento que muestra un gato que desea escapar de una situación pero le es imposible.
Cuanto más amenazante es el estímulo, tanto más se intensifica la respuesta de miedo.
Causas más frecuentes:
- Castigo inadecuado.
- Socialización deficiente.
- El refuerzo involuntario del propietario al intentar tranquilizar al gato miedoso.
- El refuerzo que supone que el estímulo se aleje cuando el gato se comporta de modo agresivo.
El diagnóstico es relativamente frecuente al reconocer la postura característica asociada a la agresividad defensiva.
El tratamiento consiste en la habituación progresiva del gato al estímulo que le produce miedo. Alimentar al gato en presencia del estímulo que le produce miedo puede ser útil.
Es aconsejable el empleo de ansiolíticos como apoyo.
La agresividad por miedo tiene en general buenas posibilidades de éxito cuando el problema es reciente, aparece en gatos adultos y los estímulos que provocan la reacción son controlables. Sin embargo son escasas si el origen del problema es una falta de socialización en las edades tempranas.